Entonces, cuando pienso que ya no puedo más, que me voy a dar la vuelta y volver a mi casa andando me acuerdo de por qué hago esto. Me acuerdo de ti, de tu sonrisa, de tus ojos... Y nos imagino juntos, ¿sabes? Y entonces es cuando saco fuerzas para seguir corriendo diez minutos más.
Que si, que soy fea y estoy gorda... Pero es horrible cuando él te lo recuerda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario