jueves, 1 de diciembre de 2011

Aprendí que un rey no es nada sin su reina

Esto me va a seguir pasando toda la vida, ¿verdad? ¿Me vas a dejar en paz alguna vez? Dios mío, ya casi han pasado tres años. ¡TRES! ¿Te parecen pocos? Porque a mi no...
Es que se dice pronto eso de tres años eh... ¡No he cambiado yo de forma de pensar en ese tiempo ni nada! Pero no se como lo haces, que contigo siempre es igual. O por lo menos parecido al principio.
Pero mi vida es una enorme montaña rusa, así que si hoy estoy perfecta, estoy segura de que mañana te pillaré liándote con la primera furcia con las tetas bien puestas que se te cruce. ¿Qué por qué? Porque si, porque lo conozco, aun que no lo parezca...
Mmmmmmmmmmmmm... No se lo quiero. Nunca lo he sabido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario